Y si invade China a Taiwán, ¿qué pasa?

Sobre Taiwán

Hace unos 6000 años, Taiwán es un país que fue colonizado por granjeros, muy probablemente del continente asiático. Se cree que son los antepasados de los aborígenes taiwaneses de hoy en día, cuyos idiomas pertenecen a la familia de lenguas austronesias.

En 1626, el Imperio español atracó y ocupó el norte de Taiwán, en los puertos de Keelung y Tamsui, como base para extender su comercio. En 1628, España construyó el Fuerte de Santo Domingo en Tamsui. Esta colonia duró 16 años hasta 1642, cuando la última fortaleza española cayó ante las fuerzas holandesas.

La isla de Taiwán, también conocida como Formosa (del portugués ilha Formosa, «isla Hermosa»), especialmente en el pasado, es una isla de unos 36 000 km², que se encuentra frente a las costas de la China continental. Ambos territorios se encuentran separados por el estrecho de Taiwán. Al norte de la isla se encuentra el mar de la China Oriental y al sur el mar de la China Meridional, mientras que la costa oriental de la isla está bañada por el océano Pacífico y el archipiélago de las islas Ryūkyū perteneciente al Japón.

Desde 1945, la isla y otras cercanas han estado bajo el régimen político de la República de China, el estado que gobernaba toda China hasta el final de la guerra civil entre el Kuomintang y el Partido Comunista de China, cuando este último se hizo con el poder en la China continental.

Desde entonces, el antiguo régimen chino se ha mantenido en la isla de Taiwán, dando lugar a una compleja situación jurídica y diplomática, aunque en la práctica es un estado independiente parcialmente reconocido como República de China.

Sobre la invasión

Según los servicios de inteligencia de Estados Unidos, la invasión de Taiwán no es un tema nuevo. En caso de producirse, el coste humano sería irrempazable, está claro; pero el coste en la economía mundial sería destructivo.

Taiwán tiene un altísimo grado de incidencia en los microchips ya que posee la mayor empresa que se dedica a los semiconductores con un 54% de cuota de mercado (según Visual Capitalist). Hablamos de TSMC. Si bien es cierto que la empresa tiene fábricas en China (en las proximidades de Shanghái y Tianjín), y también en Estados Unidos (en el estado de Washington). Además, en 2024 iniciará la producción de chips en la fábrica de 12 000 millones de dólares que ya está poniendo a punto en Arizona. Y cabe la posibilidad de que no tarde mucho en iniciar la construcción de una nueva planta en suelo europeo.

UMC también es taiwanesa, y es importante, pero su 7% de cuota de mercado está lejos de TSMC.

Si recordamos hace poco cuando los chips no llegaban a las factorías, éstas paraban su producción porque les es fundamental el uso de circuitos integrados. Subida de tipos de interés, la energía por las nubes, dos guerras (Taiwán y Ucrania) y parones en las fábricas. ¿Alguien duda de una enorme recesión.

En Europa

Intel anunció a principios de este año una inversión de 33.000 millones de euros en investigación, desarrollo y fabricación de chips en Europa. Alemania (17.000 millones de €) e Italia (5.000 millones de €) son las elegidas para esta inversión, pero si se produce la guerra, vamos tarde!!!, se pretende de alcanzar en 2030 el 20% del mercado mundial de fabricación de de chips.

Se ha anunciado una inversión de 400 millones de euros (200 por parte del Gobierno español) para la construcción de un laboratorio de diseño de semiconductores de arquitectura RISC-V en Barcelona. Este estará situado en el Barcelona Supercomputing Center y utilizará 100% de energías renovables.

Intel también tiene previsto invertir en Francia y hacerla el epicentro de la computación de alto rendimiento.

A todo esto, la Unión Europea planea atraer a muchos otros fabricantes. Para ello, a través de la Ley de Chips europea, destinará 43.000 millones de euros para impulsar inversiones en el desarrollo de tecnologías de próxima generación hasta 2030.

Como digo más arriba, ¡¡¡vamos tarde!!! El horizonte se plantea bien pero China pretende aprovechar la inestabilidad mundial que ha provocado la guerra de Ucrania para hacerse con Taiwán y, por ende, con el control de los semiconductores a nivel mundial (Según la CIA). Aunque si miramos al profeta Bill Gates, lo que viene es el cambio climático y el bioterrorismo (virus), el hecho de que China invada Taiwán afectaría al mundo entero llevándolo a otra recesión para la que no estamos preparados.

PorFrank Martos

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