Noticias 25-05-2022
Cuando hablamos de activos High Yield nos referimos a aquellos emitidos por países o empresas que han recibido una baja calificación por parte de las agencias de evaluación de riesgos y tienen que pagar un interés más alto al inversor porque está asumiendo más riesgo al comprarlos.
Las agencias como Standard & Poor’s, Moody’s o Fitch, por citar las más representativas, califican los bonos corporativos según la seguridad que le ofrecen al inversor. Y, así, establecen una distinción entre ‘grado de inversión’, calificación que otorgan a los bonos con elevada solvencia, y ‘grado especulativo’ o alto rendimiento, la traducción al español de high yield, que indica que tienen un nivel más bajo de calificación crediticia, lo que se refiere a una mayor probabilidad de riesgo de impago y a la prioridad de cobro por parte de los acreedores en esta circunstancia.
Se trata, por tanto, de compañías con un riesgo más elevado de impago y por eso deben pagar un mayor interés para atraer a inversores que quieran comprar sus bonos. Y, aunque suponen una inversión con un mayor riesgo, han producido históricamente rendimientos más elevados que otras opciones de inversión, superando en algunos ejercicios la rentabilidad conseguida por las acciones.
Los expertos estudian diversos factores en el proceso de emisión de High Yield por un Estado o empresa, como la situación financiera de la compañía, el grado de apalancamiento y la liquidez de la empresa, para establecer el diferencial de crédito o spread.
En suma, son activos en los que se asume un mayor riesgo, pero con una ratio rentabilidad/riesgo elevada.
Los mercados financieros globales, especialmente los de crédito, dependen mucho de las organizaciones de calificación estadística. Las tres más grandes, S&P (por Standard & Poor´s) Moody´s y Fitch, han dominado la escena por años. Ellos proveen liquidez en el mercado de crédito dándole su sello de aprobación a deuda soberana, municipal y corporativa. También emiten calificaciones para otros tipos de instrumentos crediticios en los mercados internacionales.
Contenido
Función
La responsabilidad de las agencias calificadoras de riesgo es informarle a los inversores potenciales o actuales sobre la solvencia de un instrumento. Estas usan criterios pre-establecidos para determinar la posición financiera del prestatario, o su capacidad para pagar la deuda. Usan modelos cuantitativos para determinar si la inversión es buena, pero no son siempre infalibles. Las tres agencias están certificadas por la Comisión de Valores e Intercambio de los Estados Unidos como Organización de Calificación Estadística Nacionalmente Reconocida (NRSRO por las siglas en inglés correspondiente a «Nationally Recognized Statistical Rating Organization»).
Las calificaciones
Los inversores confían en las agencias calificadoras de crédito para determinar el riesgo percibido de un instrumento de deuda particular. A algunos de estos se les requiere por ley que restrinjan su cartera de bonos a instrumentos de inversión calificados. Esto le da un gran poder a las agencias.
Una calificación de inversión significa que las agencias han decidido que ese instrumento de deuda tiene una alta probabilidad pago. En contraste, los bonos basura son valores no recomendados que contienen un alto nivel de riesgo. Por esta razón son denominados como muy rentables.
S&P
Probablemente la más conocida de las tres grandes agencias calificadoras es Standard and Poor´s (S&P) que es una compañía que provee publicaciones, información y cobertura sobre los mercados mundiales de capital. Es propiedad de la compañía MCGraw-Hill. También publica índices sobre los mercados de acciones, siendo el más reconocido el S&P500.
Las calificaciones de S&P para diferenciar a los prestatarios de mejor a más baja calidad son: AAA, AA, A, BBB, BB, B, CCC, CC, C y D. La calificación para una inversión razonable va de BBB o mayores. S&P usa un signo más y un menos para designaciones intermedias.
Moody’s
Moody´s comenzó en 1909 como una compañía de publicación, emitiendo guías sobre bonos de los ferrocarriles llamados Moody´s Manuals. Más tarde expandió su cobertura a bonos municipales y comerciales, y es llamada ahora «Moody´s Investment Services» (Servicios de Inversión Moody´s).
Utiliza las siguientes calificaciones: Aaa, Aa, A, Baa, Ba, B, Caa, Ca y C. Se agregan números para realizar designaciones intermedias como Baa1, Baa2, entre otras. La calificación de inversión razonable es Baa o mayor, cualquier otra por debajo es considerada especulativa o basura.
Fitch
Propiedad de una sociedad francesa, Fimalac SA, Fitch opera internacionalmente y ofrece tanto investigaciones financieras como servicios de calificación de riesgo. Siendo la más pequeña de las tres grandes, Fitch usa la misma escala que S&P (Standard & Poor´s).
Conflicto de intereses
Las agencias de riesgo crediticio reciben pagos por parte de los emisores de los valores que ellas mismas califican. En el momento previo a la crisis financiera de 2008, S&P, Moody´s y Fitch le daban altas calificaciones a los bonos respaldados en hipotecas creados por los bancos de inversión que los abonaban. La sobre-calificación de estos instrumentos de deuda riesgosos contribuyó a la formación y posterior derrumbe de la burbuja financiera.
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