Inversiones “Verdes” – INVERSIÓN DINÁMICA

A pesar de su importancia para hacer frente a la emergencia climática, este tipo de inveresiones sostenibles son todavía una fracción pequeña de todo el universo de las inversiones. En España, por ejemplo, solo el 3,58 % del patrimonio en fondos nacionales está calificado como fondo ambiental, social y de buena gobernanza (según los datos del primer trimestre del año 2021. La buena noticia es que el patrimonio de fondos sostenibles nacionales ha saltado de ese 3,6% (dato de enero a marzo de 2021) a un 19%, pero es importante que estos fondos realmente sean sostenibles (Fuente: Vdos -proveedora de datos sobre fondos de inversión en nota de El Economista-)

Afortunadamente, cada vez más personas se informan para que sus decisiones de inversión sean respetuosas con el medio ambiente y el Planeta. Y tú, ¡puedes ser una de ellas!

Existe un gran potencial de impacto, actual y futuro, de la inversión minorista, lo que es especialmente importante si se tiene en cuenta que en 2020 un 88,6 % de los inversores minoristas españoles señaló que tiene preferencia por productos sostenibles, aunque no estén familiarizados con este tipo de inversión (Fuente: SOSTENIBILIDAD Y GESTIÓN DE ACTIVOS que incluye la encuesta_ “Inversión sostenible: sensibilidad del inversor español” Guía práctica II, desarrollada por AFI, Finreg360 y Allianz).

La emergencia climática es un enorme riesgo para el planeta, para las personas y también para tus ahorros, por ello es importante que como clientes y pequeños inversores estemos informados y exijamos transparencia y responsabilidad a las entidades financeras. A partir de agosto de 2022, en el caso de España, tu banco deberá preguntarte sobre tus preferencias de inversión en sostenibilidad. La Directiva Europea sobre los Mercados de Instrumentos Financieros (MIFiD II) determina que los asesores de inversión obtengan información no solo sobre los conocimientos y la experiencia del cliente en materia de inversión, su capacidad para soportar pérdidas y la tolerancia al riesgo como parte de la evaluación de idoneidad, sino también que pregunten sobre sus preferencias de sostenibilidad.

¿Qué es una inversión sostenible?

Cuando una inversión es sostenible quiere decir que los recursos económicos que se han invertido se emplearán en aquellos sectores productivos o de capitales que han tenido en cuenta objetivos ambientales, como la reducción del cambio climático; sociales, entre los que se encuentra la protección de los derechos humanos; y de buena gobernanza, que implica entre otros, políticas para evitar la corrupción.

Existen gran variedad de productos financerios verdes: hipotecas, depósitos, cuentas bancarias, fondos de pensión, compra de acciones y fondos de inversión. Estos últimos, son los más habituales, por eso, vamos a centrarnos en profundizar en los fondos de inversión.

La normativa europea exige que las entidades financieras que tengan en cuenta las preferencias sostenibles de los clientes y ofrezcan productos acordes a estas preferencias. Sin embargo, hay que tener cuidado porque al crecer la oferta de productos verdes, especialmente de fondos de inversión, no todos ellos lo serán.

Si el fondo es denominado «verde o climático», los bancos deben informar al cliente sobre los criterios en los que se basan para clasificar esos fondos en esta categoría. Entonces, ¿qué criterios debería cumplir?

¡Atento a las siguientes pistas para saber si un fondo es realmente verde!
Tiene en cuenta los valores ASG, es decir objetivos Ambientales, Sociales y de buena Gobernanza.

La inversión indica que se alinea con los objetivos climáticos del Acuerdo de París.

La inversión señala que se han establecido planes o estrategias de transición a corto, medio y largo plazo hacia una economía descarbonizada, sostenible y resiliente.

La inversión contiene objetivos de reducción de emisiones de carbono o de adaptación al cambio climático (clasificado como Artículo 9 en el Documento de Datos Fundamentales Para el Inversor (DFI). Las entidades deben publicar y describir sus políticas de inversión en su página web, y los objetivos de inversión de un fondo en el Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (DFI). En el DFI se indicará si el fondo está clasificado como “Artículo 8” (aquel que promueve características ambientales y sociales) o “Artículo 9”, que tiene objetivos concretos de inversión sostenible. Un producto Artículo 9 es más exigente en sostenibilidad que uno artículo 8. Si el DFI no se clasifica como 8 o 9, el fondo no es sostenible. Si las entidades consideran que los riesgos de sostenibilidad no son significativos para un producto ofertado, deberán incluir una explicación clara y concisa.

Cumple con el principio de no causar daño significativo a ningún otro objetivo medioambiental (DNSH).

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